¿Sabías que una buena manera de mantener el bienestar y salud de tu bebé también puede ser a través de masajes? Estos pueden ser muy favorables para su desarrollo físico, psicológico e incluso emocional.
El tacto es uno de los sentidos más desarrollados del cuerpo de tu bebé, y desde el nacimiento disfrutará el contacto piel a piel sobre todo en la etapa del apego. Luego de unas semanas de nacido, puedes iniciar los masajes que entregan un sinfín de beneficios, ya que pueden aliviar cólicos y estreñimiento, además de crear un hermoso vínculo mamá e hijo. También si dejas participar a sus hermanos, puedes facilitar la aceptación del nuevo miembro de la familia.
Al realizarle masajes a tu bebé, mejoras la circulación y puedes incluso prevenir enfermedades ya que fortaleces sus defensas. Además, al estimular su delicada piel favoreces el desarrollo del cerebro de tu pequeño y ayudas a tonificar sus músculos a través de una actividad divertida y relajante para él. Interesante, ¿no?
Para dar masajes no necesitas mucho, basta una pieza con temperatura agradable (entre 20 y 22°C) y aceite especial para masajes para bebés. Puedes comenzar desde la tercera o cuarta semana de vida y el momento perfecto para llevar a cabo una sesión, es después de su baño ya que se encontrará más relajado y concentrado.
Es recomendable realizar una sesión de masajes para tu bebé todos los días, ya que sólo necesitarás entre 5 a 10 minutos. Recuerda que es importante mantener tus uñas cortas para evitar rasguñar por accidente a tu pequeño y quitarte siempre cualquier accesorio como pulseras o anillos.
Para comenzar la sesión de masajes:
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Elige la posición que más te acomode a ti y a tu bebé. Tu pequeño puede estar acostado, en tus brazos o sentado mirando hacia el frente con su espalda apoyada a tu cuerpo.
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Si vas a darle un masaje luego de su baño, te recomendamos colocarle su pañal o una toallita sobre el área donde va el pañal porque los masajes pueden estimular que tu bebé orine.
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Acompaña los masajes con música suave a volumen moderado para ayudarlo a relajarse.
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Frota tus manos para que se calienten antes de iniciar el masaje.
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Coloca aceite de masaje para bebés en tus manos y luego inicia el masaje, no viertas el aceite directamente sobre la delicada piel de tu bebé.
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La mayoría de las rutinas de masajes se inician de la cabeza a los pies.
Con estos pasos lograrás que tu bebé disfrute su masaje y se relaje completamente. Puedes seguir una rutina preestablecida o ir improvisando, recuerda que es importante que mientras le estés dando masajes le hables y sonrías, ya que estará pendiente de tus gestos creando así un momento único entre mamá e hijo.
Cualquier duda por favor consulta con tu médico.