La crianza compartida -o crianza colaborativa - es una práctica cada vez más común en el mundo, en la medida en que los padres se involucran de forma más activa y equitativa en la crianza de sus hijos. Las investigaciones muestran que compartir las responsabilidades en el cuidado y educación de los niños tiene múltiples beneficios, tanto para los hijos como para los adultos cuidadores. Conoce en qué consiste y cuáles son las principales ventajas de este estilo de crianza.
¿En qué consiste la crianza compartida?
Tradicionalmente, la crianza de los hijos era una responsabilidad casi única y exclusiva de las mujeres. Sin embargo, en las últimas décadas y por diversas razones, los hombres han comenzado a participar más activamente en el cuidado y educación de los niños. Esta tendencia ha demostrado ser muy beneficiosa, no solo para las madres -que se sienten más apoyadas y acompañadas en su rol- sino especialmente para los hijos.
La crianza compartida puede implementarse cuando existe una relación de apoyo y coordinación en la crianza, incluso si tú y el padre de tu hijo no son pareja, porque este concepto -también conocido como coparentalidad- alude únicamente a la relación que establecen los adultos como figuras cuidadoras.
Por supuesto, no solo un padre y una madre pueden poner en práctica la crianza compartida. También es posible hacerlo en estructuras familiares diversas, por ejemplo, en hogares multigeneracionales o a cargo de dos adultos del mismo sexo.
Del mismo modo, la crianza compartida no implica necesariamente que los roles parentales sean idénticos o que el niño tenga que estar la misma cantidad de tiempo con cada uno de sus cuidadores (como se tiende a pensar cuando los padres se separan), sino más bien que hay un trabajo en equipo y un acuerdo entre las partes para satisfacer las necesidades de sustento, protección, desarrollo físico y emocional de los niños.
Beneficios de la crianza compartida
Compartir las responsabilidades parentales de forma equitativa con otro adulto - aunque no tengas una relación de pareja con él- puede aportar muy positivamente al desarrollo de tu hijo y a sus procesos de adaptación.
Se ha comprobado que esta forma de crianza contribuye a desarrollar un apego seguro y que impacta positivamente en el comportamiento de los niños en el colegio. Para las mujeres que están a cargo de sus hijos, la crianza acompañada y apoyada es más placentera, y eso sin duda influye en la calidad de vida de todos los integrantes del grupo familiar. En tanto, los padres que se involucran de manera activa en la crianza suelen tener un vínculo afectivo más cercano y sólido con sus hijos.
Aunque hoy en día existe una mayor apertura a compartir las tareas de cuidado y crianza, por lo general las responsabilidades y la carga mental siguen recayendo principalmente en las madres. Esto significa que aún existen posibilidades de mejorar y equilibrar las labores de crianza, incluso si los padres no son pareja, en la medida que exista coordinación y buena voluntad para llegar a acuerdos. Tener como objetivo final el bienestar de los niños, desarrollar la capacidad de empatía y una comunicación asertiva son herramientas muy útiles en ese contexto.
Pilares para una crianza compartida exitosa
Se dice que la crianza compartida es positiva cuando predomina el apoyo y la coordinación entre las partes. Por el contrario, si prima el desacuerdo, el conflicto y la desestimación, se habla de una co-parentalidad negativa.
Para que exista una co-parentalidad positiva, es importante trabajar en algunos pilares o aspectos básicos de buena convivencia: acuerdos en la crianza, división de las tareas, soporte mutuo y gestión familiar de los conflictos. Revisemos cada uno de estos puntos por separado.
- El acuerdo en la crianza se refiere al grado en que los padres están de acuerdo en los temas relacionados con los niños: valores, expectativas de comportamientos, estilo de disciplina, necesidades emocionales, prioridades educativas, entre otros. Esto no significa que no pueda haber diferencias o desacuerdos en ciertos aspectos, pero sí debe existir voluntad de negociar y adoptar compromisos.
- La división del trabajo de crianza: alude a la distribución de responsabilidades relacionadas con el cuidado de los niños y las tareas del hogar. Si ambos padres (o cuidadores) están satisfechos con la división de las labores, sus estados emocionales tienden a ser mejores, especialmente en momentos de cambio y crisis.
- El soporte es el grado en que las figuras cuidadoras se apoyan mutuamente. Esto implica reconocer al otro en su rol, valorar sus contribuciones y respetar su punto de vista. Cuando no hay una buena coparentalidad, los cuidadores se culpan, critican y devalúan entre sí, lo cual afecta negativamente a los niños.
- La gestión familiar de la crianza compartida apunta a la capacidad de los padres de contener el conflicto ante los hijos y no involucrarlos, además de establecer límites con otros familiares y organizar los tiempos, entre otros.
Buscar un equilibrio en la crianza
Ponerse de acuerdo, dividirse las tareas y trabajar en equipo no siempre es fácil. Sin embargo, teniendo en cuenta los beneficios que tiene la crianza compartida, tanto para tí como para tus hijos, vale la pena hacer el esfuerzo. La coparentalidad, como cualquier relación, se puede trabajar y mejorar día a día.
Artículo por Andrea Cardemil.
FAQs
¿Qué significa la crianza compartida?
La crianza compartida o colaborativa implica compartir las responsabilidades en el cuidado y educación de los hijos. Esta forma de crianza ha demostrado tener múltiples beneficios, no solo para los niños, sino también para sus padres.
¿Qué acciones favorecen la crianza compartida?
Para que exista una co-parentalidad positiva es importante trabajar en algunos aspectos básicos: alcanzar ciertos acuerdos en la crianza; una división de tareas que sea satisfactoria para las partes; brindarse soporte mutuo en el rol de crianza y aprender a gestionar los conflictos familiares de manera positiva, sin involucrar a los niños.
¿Qué es responsabilidad compartida en la crianza?
La crianza compartida se entiende como una relación de apoyo y coordinación en la crianza, que puede implementarse incluso si tú y el padre de tu hijo no son pareja, porque el concepto de crianza o responsabilidad compartida alude únicamente a la relación que establecen los adultos como figuras cuidadoras.
Fuentes:
Guía legal sobre Igualdad de padre y madre en el cuidado de los hijos. Biblioteca Congreso Naciona
Paternidad Activa y Corresponsabilidad en la Crianza. Chile Crece Contigo
Info para aprender a compartir la crianza. Online Parenting Programs