Es común y bastante normal que los hijos “se porten mal” con sus padres y mejor con otras personas, sean abuelos, tíos, cuidadores o profesores. ¿A qué se deben estos cambios de conducta? ¿Qué hacer y cómo actuar cuando un niño se comporta de esta manera? Te lo contamos en el siguiente artículo.
Dejas a tu hijo al cuidado de otra persona y cuando regresas, te cuentan que se portó excelente, mucho mejor que contigo. ¿Estas diferencias en su comportamiento significan que quizás lo consientes demasiado? No necesariamente. De hecho, en la mayoría de los casos, sólo quiere decir que tu hijo confía en ti y tiene la seguridad de que lo amas, independiente de su conducta.
Y aunque “portarse bien” o “portarse mal” son conceptos que pueden variar de acuerdo con las distintas culturas y sociedades, lo cierto es que existen diversas razones que pueden explicar por qué tu hijo se comporta de una manera contigo y de otra, muy distinta, cuando está fuera de casa o con otras personas.
Se porta mal contigo: posibles causas
La conducta de un niño puede variar bastante, dependiendo de las circunstancias y las personas que lo rodean. En algunas ocasiones, su buen comportamiento fuera de casa o cuando no estás con él, es simplemente porque se inhibe y no sabe cómo reaccionarán las demás personas si “se porta mal”. En cambio, contigo se siente más seguro y confiado; sabe que siempre estarás a su lado, independiente de su comportamiento.
¿Te cuentan que en el jardín infantil -o en otro lugar poco conocido- se comió todo el almuerzo, pero contigo cada día es una pequeña batalla para que coma? El motivo de este cambio en su conducta puede ser la imitación; como tu hijo no sabe qué esperar de las demás personas (sean niños o adultos) se limitará a replicar lo que ellos hacen, para causar buena impresión.
De todas formas, si tu hijo se porta mal solo cuando está contigo, además de las razones ya mencionadas, debes tener en cuenta los siguientes factores:
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Edad y etapa del desarrollo infantil: en ocasiones, los niños solo son demasiado pequeños para saber cómo portarse mejor y les exige conductas que no están acorde a su etapa de desarrollo. Por ejemplo, estar quietos, callados, mantenerse limpios, etc.
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Cansancio o malestar: los niños también pueden sentirse cansados y sobrecargados emocionalmente, lo que podría manifestarse en un comportamiento difícil. Y por supuesto, contigo se sienten en confianza para hacerlo.
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Miedo o estrés: tal como en el caso anterior, algunos niños expresan sensaciones como el miedo o el estrés a través de conductas disruptivas. Si algo en su vida no va bien, tenderá a desahogarse cuando esté contigo.
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Está probando límites: tu hijo está tratando de comprender qué cosas puede hacer y cuáles no están permitidas.
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Atención o búsqueda de afecto: algunos niños actúan de manera desafiante, cuando buscan atención adicional o pruebas de amor de parte de uno o ambos padres.
Cómo actuar si se porta mal solo contigo
Si tu hijo se porta mal solo contigo o con un integrante de la familia, el primer paso es saber si hay algo en particular que esté provocando o favoreciendo esas conductas: un cambio brusco en su vida, la llegada de un hermano, discusiones en casa, etc. Intenta crear espacios agradables para tener una comunicación abierta y afectuosa con tu hijo -de acuerdo a su edad- para entender mejor qué puede estar gatillando tales comportamientos. Junto con esta recomendación, puedes poner en práctica las siguientes estrategias:
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Reforzamiento positivo: el mal comportamiento de tu hijo podría ser una forma de llamar tu atención. Demuéstrale que puede obtenerla cuando se porta bien y enfócate en sus conductas positivas. El elogio y la recompensa pueden ser muy efectivos para fomentar comportamientos adecuados.
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Pasa tiempo de calidad con tu hijo: hagan actividades que disfruten ambos, para fortalecer el vínculo.
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Establece límites claros: es importante que establezcas reglas y límites claros en casa. Si otra persona queda a cargo de tu hijo de forma habitual, conversa con ella para que estén alineados en la aplicación de normas y límites, así evitarán confusiones.
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Evita el castigo: en su lugar, enfócate en enseñarle a tu hijo las consecuencias de su comportamiento y ayúdale a aprender de sus errores.
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Sé consistente: frente a un mal comportamiento de tu hijo, sé consistente en la aplicación de consecuencias, por supuesto teniendo en cuenta su edad y la relevancia de su conducta: no es lo mismo dejar parte del almuerzo que pelear con su hermano.
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Anticipa y aclara: el niño debe conocer claramente y con anticipación cuáles son las consecuencias específicas de un mal comportamiento. Por ejemplo, si peleó con su hermano por un juguete, ese juguete será guardado por 10 minutos o hasta que ambos estén calmados.
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Paciencia: cambiar un comportamiento lleva tiempo. Ten paciencia y sigue trabajando en construir una relación positiva con tu hijo.
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Busca apoyo: la crianza de un hijo es una experiencia llena de aprendizajes y retos y es importante que te sientas tranquila y apoyada para afrontar diferentes situaciones. Si el comportamiento de tu hijo te preocupa, busca orientación, ya sea a través de lecturas especializadas, charlas y talleres de crianza, como dentro de tu propia red familiar o en grupos de padres donde se aborden estas temáticas y puedan compartir experiencias.
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Considera las diferencias individuales: Cada niño es único y lo que funciona para uno puede no ser lo más adecuado para otro. Por eso, es importante observar sus necesidades, respetar su ritmo y brindarle el acompañamiento que mejor se adapte a su desarrollo.
¿Qué significa cuando un niño se porta mal?
Como ves, existen múltiples causas que pueden explicar por qué tu hijo se porta mal o tiene comportamientos disruptivos. Esto no significa necesariamente que lo consientas demasiado o que está “malcriado”. Puede ser simplemente porque contigo se siente en confianza para expresar su malestar, físico o emocional. Tal vez está buscando mayor atención o afecto de tu parte; está conociendo los límites o bien, está experimentando cambios importantes en su vida.
Si la conducta de tu hijo está relacionada con una falta de consistencia en el establecimiento de normas, asegúrate de que estas sean claras, específicas y conocidas con anticipación por el niño, además de acordes a su comportamiento. Si el niño es cuidado por otra persona con regularidad, es fundamental que ambas estén alineadas al aplicar reglas y límites.
Los castigos no se recomiendan, en cambio sí es importante que tu hijo entienda que sus conductas tienen una consecuencia. Finalmente, ten presente que cada niño tiene sus propios ritmos de aprendizaje y desarrollo, por lo que es clave ser paciente y respetar sus procesos, dándole el espacio y el estímulo adecuado para crecer con confianza.
FAQs:
¿Cómo actuar cuando tu hijo se porta mal?
Cuando tu hijo se porta mal, lo primero que debes hacer es determinar si hay algo en particular que está provocando o favoreciendo estas conductas: un cambio brusco en su vida, la llegada de un hermano, discusiones en casa, reglas poco claras, etc. Intenta tener una comunicación abierta y afectuosa con tu hijo -de acuerdo a su edad- para entender mejor qué puede estar gatillando su mal comportamiento.
¿Por qué mi hijo sólo se porta mal conmigo?
Si tu hijo se porta mal solo contigo, hay varias posibles razones. Puede ser simplemente porque se siente más seguro y confiado. En cambio, fuera de casa se inhibe y no sabe cómo reaccionarán las demás personas si “se porta mal”. Los niños suelen manifestar las sensaciones desagradables (malestar, tristeza o estrés) a través de un mal comportamiento. Y es probable que cuando estén contigo se sientan en confianza para expresarse. También pueden influir factores como su etapa de desarrollo, cambios importantes en su vida, deseos de llamar tu atención o la falta de normas y límites poco claros.
¿Qué debo hacer si mi hijo es grosero conmigo?
Si tu hijo es grosero contigo es importante que establezcas reglas y límites claros en casa. Eso sí, en lugar de darle un castigo, enséñale las consecuencias de su conducta y ayúdale a aprender de sus errores. El niño debe saber con anticipación cuáles serán las consecuencias de portarse mal contigo. Si otra persona queda a su cargo de manera habitual, conversa con ella para que estén alineadas en cuanto a normas y límites. Además, debes tener en cuenta la edad de tu hijo y el impacto de su conducta. Si el mal comportamiento del niño te preocupa, no dudes en buscar orientación profesional.
Fuentes relevantes de información: