Ser un “papá activo” significa ejercer una paternidad más participativa, involucrada y corresponsable en el cuidado de los hijos. Compartir las tareas de cuidado favorece un mejor desarrollo emocional en los niños y ayuda a una relación más cercana. En este artículo te explicamos la importancia de una paternidad activa y algunos consejos sobre cómo involucrar más a los padres en el día a día de sus hijos.
Nuevos roles, diversidad de familias
La crianza compartida puede ser asumida por dos o más figuras significativas en la vida del niño, sean pareja o no. Lo importante es que estas personas trabajen en forma conjunta o colaborativa en el cuidado del hijo y estén comprometidas con su desarrollo y bienestar.
Cuando una de esas figuras significativas es un papá, por lo general, cumple un rol muy distinto al que tenían en las generaciones anteriores: los padres de hoy están más alejados del estereotipo tradicional de ser únicamente el proveedor económico de la familia. En cambio, los nuevos padres suelen ser más cercanos y se muestran más disponibles al cuidado de los hijos. La paternidad activa fomenta este estilo de crianza, en que los papás se involucran en actividades cotidianas como el cambio de pañales, el baño, la alimentación, la educación y el juego, construyendo así vínculos más estrechos y saludables con sus hijos.
Beneficios de la paternidad activa
La mayoría de los estudios sobre desarrollo infantil y apego se han centrado en los vínculos con la madre. Sin embargo, investigaciones más recientes muestran que los padres que participan activamente en el cuidado de sus hijos desde los primeros meses de vida experimentan cambios a nivel neuronal que les permiten entender mejor las necesidades de un bebé, desarrollar más empatía y generar un vínculo afectivo más saludable.
Uno de estos estudios -efectuado el año 2014 por especialistas de la Universidad de Yale- demostró que las áreas del cerebro relacionadas con el cuidado y la empatía se desarrollaron más en los padres que participaron activamente en la crianza de sus bebés. Adicionalmente, estos “papás activos” producían más oxitocina, sustancia química que genera satisfacción y ayuda a fortalecer los vínculos afectivos, contribuyendo a que los niños se sientan más confiados y seguros.
De esta forma, vemos que la paternidad activa reporta beneficios al bebé y al padre, contribuyendo así al bienestar de todos los integrantes de la familia.
Consejos para una paternidad activa
Comenzar temprano
La participación activa del padre se puede fomentar desde el embarazo, asistiendo a los controles y ecografías, escogiendo los posibles nombres del bebé y participando en los preparativos para su llegada, por ejemplo. Hablarle, cantarle o ponerle música desde que está en la guatita de la mamá también puede ayudar a crear una conexión temprana.
Paciencia y práctica
Forjar un vínculo fuerte con los hijos requiere tiempo y repetición de experiencias compartidas. Cuanto más activamente se involucre el padre en los cuidados de su hijo, más fácil será conectar emocionalmente con él y aprender a reconocer sus necesidades.
Cambiar el foco hacia el niño
Compartir tareas de cuidado no solo es beneficioso en términos de equidad (permite que la madre descanse o se dedique a otras actividades), sino que también ayuda a conocer mejor a los hijos y fomenta vínculos más estrechos. Enfocarse en estos aspectos puede resultar más motivador para algunos padres, en especial cuando se trata de labores rutinarias, como cambiar pañales, bañar o alimentar a los hijos. Es en el día a día donde los lazos afectivos se fortalecen.
Conectar con otros papás
Activar redes de padres implicados, para compartir necesidades y emociones. Hablar de crianza con otros padres, apoyarse en experiencias en que se sientan identificados y buscar soluciones. A modo de ejemplo, existen muchos padres activos en redes sociales que desarrollan contenido con foco en los desafíos de la paternidad, con sus principales aciertos y dolores.
Respetar los estilos propios
Cada padre tiene una manera particular de interactuar con sus hijos. Es importante respetar los distintos estilos y disfrutar del proceso, ya que esto construye una relación genuina y auténtica. Reconocer las propias limitaciones y respetar las del otro padre es igualmente relevante. Todos requerimos guía, soporte y desarrollo de habilidades frente al gran desafío de la crianza.
Papás activos, vínculos más saludables
La paternidad activa y la corresponsabilidad en la crianza son pilares fundamentales para construir relaciones fuertes y saludables con los hijos. Al involucrarse activamente en su cuidado, los padres se conectan mejor con sus hijos y experimentan más felicidad y satisfacción. En una sociedad que valora cada vez más la equidad y el compromiso en la crianza, los papás activos son esenciales para el bienestar familiar.
Artículo por: Carolina Harris.
FAQs:
¿Qué son las paternidades activas?
La paternidad activa se refiere a la participación equitativa y comprometida de los padres en la crianza de sus hijos, asumiendo un rol más allá del tradicional proveedor económico. Este enfoque fomenta un entorno familiar más equilibrado, aun cuando los padres no estén juntos o no sean pareja.
¿Cuáles son los tres tipos de paternidad?
Aunque existen diversas clasificaciones, los tres tipos más mencionados son: paternidad autoritaria, paternidad permisiva y paternidad activa, siendo esta última la que aboga por una crianza equilibrada y basada en el afecto y la cooperación.
¿Qué beneficios tiene una paternidad activa?
La paternidad activa ofrece múltiples beneficios tanto para los hijos como para los padres, incluyendo un mejor desarrollo emocional, una relación más cercana y una mayor satisfacción personal.
Articulos relevantes de información:
Eyal Abrahama, Ruth Feldman et a. Father´s brain is sensitive to childcare experiences. PNAS (2014). DOI: 10.1073/pnas.1402569111
Feinberg M. E. (2002). Coparenting and the transition to parenthood: a framework for prevention. Clinical child and family psychology review, 5(3), 173–195. https://doi.org/10.1023/a:1019695015110
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