Síntomas y desarrollo del bebé en cada trimestre del embarazo

Tanto si era algo que esperabas desde hacía tiempo como si ha sido una sorpresa, ¡felicidades, vas a ser mamá! Es normal que en este momento sientas una cascada de emociones y que te asalten muchas dudas. Por esta razón, hemos creado este artículo, para contarte cómo te sentirás en cada etapa, qué síntomas son normales y cuándo es necesario consultar con un médico o tu matrona.

Primer trimestre: desde la concepción a las 12 semanas

El primer signo que es probable que ya hayas notado y que indica el inicio de esta nueva etapa de tu vida es la ausencia del período. Aunque puede ser que hayas experimentado el llamado sangrado de implantación, que es similar a la menstruación, pero leve. Este síntoma es común y, por lo general, no indica ningún riesgo. Sin embargo, es recomendable consultarlo con tu médico para mayor tranquilidad.

Estos primeros síntomas marcan el inicio de esta importante aventura y pronto sentirás otros cambios a medida que tu cuerpo se adapta al embarazo.

Cambios en tu cuerpo

En esta etapa inicial, los cambios hormonales pueden producir ciertos síntomas físicos y emocionales. Si bien no hay dos embarazos iguales, a continuación, te presentamos algunos de los cambios que, según Unicef, podrías notar durante el primer trimestre:

Mamas sensibles, puede que las sientas incluso antes de saber que estás embarazada.
Náuseas o vómitos, sobre todo por la mañana.
Cambios de humor causados por las fluctuaciones hormonales.
Micción frecuente.
Aumento o pérdida de peso.
Fatiga extrema.
Dolores de cabeza.
Acidez de estómago.
Calambres en las piernas.
Lumbalgia y dolor pélvico.
Antojos de determinados alimentos.
Aparición de aversiones hacia determinados alimentos.
Estreñimiento.

Cada madre y cada embarazo son únicos. Algunas mujeres pueden experimentar solo algunos de estos síntomas, mientras que otras pueden tener varios, lo que puede hacer que los primeros meses sean un poco abrumadores. Si este es tu caso, recuerda que es normal: tu cuerpo está pasando por muchos cambios. Ten paciencia y puedes considerar estos consejos, siempre tras consultarlo con tu médico, para ayudarte a sobrellevar las molestias:

Náuseas o los vómitos: prueba con el jengibre, la manzanilla, la vitamina B6 o la acupuntura.
Calambres en las piernas: el magnesio o el calcio pueden ser útiles.
Estreñimiento: además de los cambios en la alimentación recomendados por tu doctor, el salvado de trigo u otros suplementos de fibra pueden ayudar.
Acidez de estómago: ingerir pequeñas porciones de alimento varias veces al día, en vez de grandes cantidades, puede aliviar esta sensación.

Asimismo, es importante mantener una dieta sana y equilibrada. Consume alimentos saludables y variados, como verduras, carne, legumbres, frutos secos, productos lácteos pasteurizados y fruta. De esta forma, obtendrás la energía, las proteínas, las vitaminas y los minerales que necesitas. Por otro lado, debes evitar el consumo de alcohol, drogas y tabaco, y de ciertos alimentos, como pescados con alto contenido de mercurio y quesos no pasteurizados. También se aconseja consumir un complemento de ácido fólico para favorecer el correcto desarrollo del tubo neural.

Aunque los síntomas mencionados son comunes y cada mujer puede experimentarlos de manera distinta, hay otros que, si aparecen, lo mejor es consultarlos con tu médico. A continuación, te presentamos algunos:

Calambres intensos.
Fiebre de más de 38 °C.
Flujo vaginal con un olor desagradable.
Dolor al orinar.
Sangrado vaginal.
Fuertes vómitos.
Fatiga excesiva y dificultad para realizar tu vida normal.
Dolor abdominal progresivo.

Desarrollo del bebé

Estos primeros meses son esenciales para el desarrollo del bebé, ya que comienzan a formarse los órganos principales y diversas partes del cuerpo. Al final de este trimestre, llegará a medir más o menos 10 cm y habrá desarrollado varios sistemas y estructuras clave, entre los que se incluyen:

El encéfalo y la médula espinal.
El oído interno.
El tejido cardiaco.
Los genitales.
Las uñas de las manos.
El hígado.
Los párpados.
El páncreas.
Los riñones.
El cartílago de las manos, los pies y las extremidades.
Los músculos de la boca, los ojos y la nariz.
Los dedos de los pies y las manos.
Los pulmones.

Además, algunos sentidos también comienzan a desarrollarse. Por ejemplo, aunque aún no puede escuchar, el sistema auditivo se está formando, al igual que las papilas gustativas.

Durante esta etapa, también empezarán los controles médicos que se realizarán a lo largo de todo el embarazo. El primero suele hacerse entre las siete u ocho semanas desde que ocurrió la última regla, o bien una vez que se obtuvo el primer test de embarazo positivo.

Segundo trimestre: de la semana 13 a la 26

En muchos casos, al entrar en este trimestre, muchas mujeres sienten un alivio de los síntomas más molestos, como las náuseas y la fatiga. Además, en esta etapa llegará uno de los momentos más bonitos del embarazo: sentirás como tu pequeño se mueve.

Sin embargo, aparecerán nuevos síntomas y tu cuerpo experimentará nuevos cambios.

Cambios en tu cuerpo

Si bien los síntomas del primer trimestre deberían disminuir, comenzarás a notar mayores cambios en tu cuerpo. Uno de ellos es el aumento del tamaño de la guata. Y es que tu bebé pasará de los 10 cm a los 35 cm y puede llegar a pesar entre 1 kg y 2 kg kilos. Este desarrollo puede provocar alguno de los siguientes síntomas en tu cuerpo:

Aparición de la línea nigra, una línea oscura vertical que aparece en el abdomen.
Aparición de melasma, manchas oscuras en la piel.
Dolor en la parte baja de la espalda y en la pelvis.
Oscurecimiento de la areola de los pezones.
Estrías en pechos, abdomen, nalgas y muslos.

Para controlar algunos de los dolores y molestias que pueden surgir en esta etapa, puedes consultar con tu médico la aplicación de alguno de estos consejos:

Dolor lumbar y pélvico: el ejercicio suave puede ayudar a aliviar estos dolores. Consulta siempre a tu médico sobre el ejercicio que puedes practicar durante el embarazo. También puedes probar con sesiones de fisioterapia.
Estrías: existen diversas cremas y lociones que pueden ayudarte con este problema. Aplica el producto elegido todos los días durante varias semanas consecutivas.

La alimentación sigue siendo un aspecto fundamental en esta etapa y no olvides mantenerte hidratada.

Asimismo, es importante acudir a tu médico si en medio de estos cambios habituales experimentas alguno de los siguientes síntomas:

Calambres severos o dolor abdominal.
Fiebre de más de 38 °C.
Sangrado o fluidos vaginales.
Hinchazón repentina o extrema.
Secreción vaginal con mal olor.
Dolor al orinar.
Dolores de cabeza intensos y persistentes.
Vómito con sangre.
Dificultad para respirar.
Palpitaciones cardíacas.
Visión borrosa.

Desarrollo del bebé

Ha llegado ese momento que tanto esperabas, sentir por primera vez a tu bebé. Es un momento increíble. Y es que tu pequeño crece con rapidez. En esta etapa, sus órganos internos y funciones corporales se desarrollan de una manera más sofisticada. En concreto, se producen los siguientes avances:

Los huesos se vuelven más densos y fuertes.
La piel comienza a engrosarse y el bebé gana grasa corporal.
Se forman las uñas de los pies.
El sistema nervioso comienza su desarrollo.
Se forma la parte del cerebro responsable de los movimientos motores.
Los párpados pueden abrirse y cerrarse.
El sistema digestivo del bebé comienza a funcionar.
Comienza a desarrollarse la audición.
Los pulmones del bebé están en proceso de formación.

Tercer trimestre: de la semana 27 a la 40

Tu guata sigue creciendo y cada vez queda menos para darle la bienvenida al nuevo miembro de la familia. Como tu bebé ya ha crecido bastante, es normal que te sientas más cansada estas últimas semanas y que haya muchas posiciones o movimientos que te resulten incómodos. Sin embargo, ¡ya es la recta final!

Cambios en tu cuerpo

En muchas ocasiones, algunos de los cambios y molestias del segundo trimestre se mantienen en esta etapa final. Además, puede que tengas problemas para respirar en ciertos momentos y que necesites ir al baño con más frecuencia. Todo esto es normal, ya que tu pequeño está creciendo y ejerce más presión sobre tus órganos. También puede ser que experimentes alguno de los siguientes síntomas:

Reflujo gástrico o acidez estomacal.
Hemorroides.
Sensibilidad en los senos.
Ombligo protuberante.
Dificultad para dormir.
Hinchazón en los dedos, la cara y los tobillos.

Para aliviar estas molestias, además de seguir una dieta saludable y tratar de mantenerte activa sin agotarte, te sugerimos probar estos consejos:

Acidez estomacal: es probable que tu médico pueda orientarte sobre posibles cambios en tu dieta que puedan ayudar. También puedes consultarle la opción de tomar antiácidos.
Dificultades para dormir: usar una almohada entre las piernas o para apoyar las áreas que lo necesiten puede ayudarte a aliviar la tensión corporal y, de esta forma, te será más fácil relajarte.

Asimismo, en la recta final del embarazo, muchas mujeres tienen “falsas contracciones”, conocidas como dolores Braxton Hicks. Estas contracciones son una preparación para el parto y pueden ser similares a los cólicos menstruales. Los Braxton Hicks son normales y puedes aliviar las molestias cambiando de posición o con técnicas de relajación. Ahora bien, si se vuelven muy frecuentes o aumentan de intensidad, lo mejor es que lo consultes con tu médico.

También deberías acudir a tu médico si durante estos meses experimentas alguno de los siguientes síntomas:

Sangrado abundante.
Dolores de cabeza con manchas o luces intermitentes que no desaparecen.
Hinchazón repentina o extrema.
Disminución del movimiento fetal. Tu bebé debería moverse todos los días.

Desarrollo del bebé

En los meses finales, tu pequeño crecerá bastante, ya que cuando esté listo para salir del útero medirá, más o menos, entre 46 y 51 cm y pesará alrededor de los 3 kg. Sin embargo, antes necesita completar varios procesos, como, por ejemplo:

El sistema circulatorio se ha desarrollado.
El sistema musculoesquelético está completo.
Los ojos empiezan a percibir los cambios en la luz.
Puede patear, agarrar y estirarse.
Acaban de formarse los pulmones, el cerebro y el sistema nervioso.
Continúa almacenando grasa.
Puede crecerle algo de pelo en la cabeza.

En ocasiones, podrías percibir algunos de estos procesos mediante señales específicas, como el hipo. Este fenómeno es una indicación positiva de la maduración pulmonar, ya que los movimientos rítmicos del diafragma durante el hipo contribuyen al fortalecimiento de los músculos respiratorios.

Además, hacia el final del tercer trimestre, tu bebé se empezará a preparar para el parto colocándose hacia abajo. Recuerda que no hay un momento exacto para que esto ocurra, ya que algunos bebés no se posicionan hasta las semanas o días previos al parto.

Es probable que creas que durante esta etapa final es cuando sentirás con mayor intensidad los movimientos del bebé. Aunque en muchos casos esto es cierto, también es posible que los movimientos sean menos bruscos debido a la falta de espacio en el útero. Lo importante es que se mueva todos los días.

Cada embarazo es único

Como puedes ver, cada etapa de este viaje que traerá una nueva vida es diferente y, es más, cada mujer la vive de una forma distinta. Este artículo puede servirte de referencia, pero recuerda, el embarazo es un momento único y cada bebé es diferente. Además, es importante que confíes y te dejes guiar por los profesionales de la salud que están capacitados para acompañarte en este camino hacia la maternidad, y sobre todo, no te olvides de disfrutar de este hermoso momento.

FAQs

¿Cómo se dividen los tres trimestres del embarazo?

El embarazo se divide en tres trimestres de más o menos tres meses cada uno: el primero, desde la concepción hasta las 12 semanas, durante el cual se forman los órganos principales; el segundo, de la semana 13 a la 26, se caracteriza por un crecimiento significativo del feto y la aparición de movimientos; y el tercer trimestre, de la semana 27 a la 40, donde el bebé sigue creciendo, madurando y preparándose para el nacimiento.

¿Cuál es la etapa más delicada del embarazo?

El primer trimestre, comprendido entre la concepción y las 12 semanas, es la etapa más delicada del embarazo debido al alto riesgo de aborto espontáneo y la formación crítica de los órganos y sistemas principales del bebé.

¿Qué no debes hacer en los primeros 3 meses de embarazo?

En los primeros tres meses de embarazo, es fundamental evitar el consumo de alcohol, drogas y tabaco, no tomar medicamentos sin consultar al médico, evitar la exposición a sustancias tóxicas, no realizar ejercicios extenuantes, evitar ciertos alimentos, como pescados con alto contenido de mercurio y quesos no pasteurizados, y minimizar el estrés para proteger la salud del bebé.

Enlaces a fuentes de información y recursos relevantes

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